Seudoaraucana

Elvira Hernández


El camino de entrada es el mismo de la simulación
El tiempo de ayer es el de hoy
Los pasos mismos errantes y perdidos
La climatología apenas un parecer
Asomo forzar fémures del Nuevo Mundo
                        y a lo Viejo chaparlos
Las anteojeras ya no en los caballares
                        sobre el tabique nasal de los investigadores
Un semáforo rige la vida – otro dogma de fe –
y ante él estamos
Igual nada indica más – entre Trongoy y Los Vilus
Esquiva la tierra no quiere dar su brazo a torcer
Ñuke mapu oigo que la nombran de ese lado
De acá La Portada por donde aparecerse
                                     tabla rasa a pasar
                                     ojo desierto
                                     mitosis al por mayor
                                     tanta cosa – fosa del pasado – que
                                     se ignora del traspaso

El portal ofrece link directo al grano
                los productos que hay que aguachar
                las etiquetas que hay que poner
                las vías a seguir
                un camino plagado de Portales

Y no vamos a caballo de nada

Estos mismos versos se han desmontado
                 abjuran de alcanzar medida
                 difícilmente conquistarán territorio
En esa empresa – si la hubo – quedaron cortos
y si hay otra pasarán de largo

Más que impura la palabra
                enferma de contaminada

Desguañangada
               no ve cómo cruzar el río
                                                    pastiche-pantano
No va a gritar caballo verde para mi reino
No va a chistar
No va en definitiva

Con esa mordedura de lengua
                           Se escapa la INTRODUCCIÓN

                                              [LUZ VERDE]

Con velocidad de imagen nos posamos en las cosas
                                                   (Visión extractiva)
Es como si se dijera pasen adelante están en su casa
Has dado la mano y te han agarrado por el cuello
Te han volteado y se han sentado sobre tu pecho
Quien quiera que seas en esa posición eres
una mujer maneada
No tienes nombres pero tienes orificios
Mañana serás encontrada cuando rastrillen la tierra

Como hormigas regueros de camiones
ganan una vez más la partida
Inútil disponer barreras y espolear versos
Se pelan cerros cual si se mondaran manzanas
Casi por un tubo en bruto en chancado en molido
se va hasta los embarcaderos
Desde el rincón donde se para la olla ves
que todo se hace pebre y se echa a saco

Mañana te encontrarán cuando rastrillen la tierra

Época de palabra con camuflaje
no cortado a su medida
Espantada de sus asideros – la raíz-madre –
habla chino
Va a sentarse en cuarta fila
flotante en zigzag
a esperar que la llamen

Entretanto ve televisión

Tú sales de ese lugar de hospital
para allegarte a alguna sombra
a recoger una semilla que llevarte a la boca

Rastreadora del mundo
el mago Fitón – de griego nombre herbáceo -
ha extravasado sus páginas
Y la machi barrida con la hojarasca
en indescifrables renovales retoma su folio

De hecho no se pasa nunca el “olor a guerra”
A la limpieza de sangre ha seguido la limpieza de
terreno
Un gran logro el retroceso del infierno vegetal
No la selva cuidando las espaldas de sus amados sElvajes

Forestación es rozamiento en boca de poetas
Abrir campo
Cancha
Poner tizón
Uniformidad
Eres el mosquito extinto que estorbaba el diseño
El libro de la naturaleza
un manual que se restriega en el bolsillo

Cuesta seguir la parejura del pino radiata
Sin repechos chupones ni falda chilco
Una pintura abstracta que no quiere pensar
Lejos araucarias y sus costillares antediluvianos
Un alfabeto crepitante impronunciable

A poco andar tocas mortandad
Campo tétrico sembrado de tretas y tetras
Un trabalenguas otras esfinges letras
Nadie se reconoce a sí mismo ni tú lo harás
Almagrados rostros aclarados pelos
Bocas pastosas cuerpos despaturrados
Cabezas encasquetadas
Encapuchadas ideas torcidos y retorcidos discursos
Cualquier yo está capacitado para berrear
no querer más guerra en idioma chunga
“¡Qué me registren!” dirán por allá a nivel de piso

No se respira hondo
Algunos creerán que salieron cascando
Lo cierto es que no se tiene la fragancia de la selva
A más y más un efluvio plaguicida también emborrachante

Sigue tu camino o tiéndete en la berma

                    [LUZ AMARILLA]

Las intersecciones no son para detenerse
O lo son para tirar riendas en este manejo
el hilo del texto y el calado

Es la ciudad en ardides demasiado abundante
Historias no de amor
la reversa de la señora Dido y sus lienzas bovinas

Desfondada es la no ciudad
De un día para otro
disparada al tiro
Sin paso que resista torceduras
conurbaciones interminables
ni un momento que no se agote en cemento

                                ZONA DE DEMOLICIÓN
No se duerme el sotobosque encandilado
bagazo de tanto alumbramiento y bárbaro alumbrado
plano regulador que bajará al centro de la tierra
y no hay rima y ensalmo que salga al camino
y le mire la cara a este encenderse la ampolleta

                                         (Dejemos las cosas acá)

Ruma tenemos
containers
rollizos a flote hasta Taijin
iluminación de rostros con las áureas aureolas de la codicia

Oh arbor no te divides en significante y significado
en cuerpo y alma mil veces de estampa

Te descueramos sin pena ni gloria como al pudú
la corcilla a la vista del poeta

En blanco se permanece
ante tu blanqueado corazón clorado
y escurridos abecé
en espera que algún día lluevan dazibaos

                                          (Dejemos las cosas acá)

Las intersecciones no son para detenerse
ni para pensar

Si va a Roma hará como hacen los romanos
pero en el último confín de Abya-yala
la Provincia de Chili
hará la cruz la cruza lo que le venga en gana

Y quizás yo vendré en esa montura

Rueda de infortunios que habrá empujado a unos y
volteado a otros
(Hambre sueños crímenes)
Fusión y confusión aferradas por la mano
Mora para aquellos que ensartan ensartes
(La piedra lanzada sin mano)
Zamaria Xurria
La cacha ‘e la espada
Yeguas del monte
Mujer sin nombre en la cerrada puerta de la selva

Algo más que turismo aventura de gamboínos u oñacinos
banderiza gente
Algo más que adrenalina y carapintadas
Algo más que persignación
Acaballamiento
Delirio de abrir ciudades y hacer gentes
Bautizo en un solo paquete
Ana de Belasco                    San Felipe de Arauco

Valle de Gualebo o Tabolebo zona de Confluencia
Difícil que alguien diga sangre de mi sangre
Levante aserrín del abatido árbol nuestro
                                                    genealogía de pueblos
                                                        (Imagen borrada)

En unos momentos más “la amarilla muerte”

                         [LUZ ROJA]

Acá también ha quedado la de San Quintín
De donde sea a Penco
¿Creerán que esto está tomando color?
Pehuén es lugar cernido
no te deja articular palabra
ni sílaba que diga cómo fue embuchado

Ignorancia de cómo nos estiramos
crecemos nos deparramamos
nos hacemos lulo
a cientos de caballos de fuerza – horsepower

Santa Fe es fábrica de eucaliptos sin contrición
espíritu de arrastre

Lamen pastizales lenguas de fuego de
nulo espíritu santo – hierve el ánimo de las cosas
cuecen cabeza en sus propios despachos

Vivimos de humaredas
grandes quemas de amor y odio más
íntimo rescoldo extinguido

El tiempo de ayer sigue siendo el de mañana
y mil veces redicho
Sale del osario con sus penachos y tenidas de gloria
cual si se saliera del closet
Las armas mantenidas en alto no se ven congeladas
La estocada saluda a un creciente cuarto de hora
Es el minuto en que alguien busca otro napalm
otro sarin
un hongo misterioso que chisporrotee en la sangre
(Una mujer nunca vestiría una chaquetita de marine)
Es el día en que una mínima cabeza de fósforo
una cabeza de pedernal
pone en labios deshidratados la palabra “dantesco”

No será necesario bajar a Dante y rendirse ante él

Se ha seguido por otro camino

El chucao se retira con la palabra en las entrañas

 

A este tranco nunca llegarás a La Imperial
la ciudad de las águilas bicéfalas
la ciudad que espera su nombre

No estará a tu alcance el Üñümche
– su circunstante que piensa por dos –
y los pájaros amesnados

No encontrarás el cauce bosque
no para dominarlo para emboscarte
no para atacar para contenerte

Como en un sueño estás en otro lugar
Nacimiento Collipulli Ercilla Ongol
regadas todas con lava preparada
desprecio derretido
Fuego graneado sobre ellas
lumazos chopazos
edictos intraducibles
Corres a tu puesto
sin fresnos ni líbanos afilados
que no se necesitan para ser puntuda

Repasas tus lecciones las radiografías
las muestras que nos tienen talados
Te preguntan si alguien escucha
el indio nombre que aun retiene
el de la jurisdicción de quien se manifiesta como Dos Amones
y del que nadie sabe
Te sacan a la pizarra y escribes
“pasivización”
Reprobada

Es tarde
el niño Bariato y la niña Quintul
están exangües

Es tarde
y tú varada cerca de Lebu

Arde el rewe         axis mundi

El árbol bicentenario pertenece a una especie de olvido
Se autocombustiona una vez que se lee
No quiere saber de sí (No le recuerden nada)
Es el soporte de su propia horca
amarrado de pies y manos
                                            (Imagen censurada)

No apaguemos nada
Y tiremos agua como si hubiera accidente

                                                                     [LUZ NEGRA]

De la misma forma como se busca una cosa y se encuentra otra
se desenvuelve este escrito. Va a ciegas tocando mucho menos
de lo que hay (y que no crece con altivez). Si algo ve puede que
sean candelillas. En tanto tú también amas las ciudades, recaladas de
deserción, donde jihadistas, weichafes y rescatistas entran y salen
con menos pompa que soldados de terracota, de tugurios en
serie, remodelados a lo Café Voltaire. Donde la ignorancia se
desplaza con la contundencia de una caballería motorizada.

Leprosa del mundo llega a la prosa con sus tropezones. Tendría
que poner el grito en el cielo si no ve al chungungo, la vizcacha
y el viejo topo. Mas se desentiende con retóricas íntimas. Belle
époque. Miras para el lado teniendo que mirar a los ojos de
Traiguén o Copenhague.
Vas a alimentarte en una mesita de calle o en un patio de comidas.
Los caballos de Diómedes están sin pulso en el guiso equino y
tragas el plato con un sorbo freático. Ni épica ni hípica sólo
palabras que aprender.

La poesía no quiere jugar el juego de la verdad. Necesita esta de
mucho tiempo – pasado presente futuro – en el mismo atado.
Un cacho sumergirse y emerger en conchales, piedras tacitas u
horadadas cuando hay una digitación Express. Mejor se está en un
cajón, pesebre o pesebrera, sin pienso ni ejercicio. Y nadie – por
célebre que sea – le cargue el espinazo muy a horcajadas*. Alguna
nomeolvides talvez a los resucitados belfos y no sé qué más.
Metamos lo que queda bajo el poncho, bajo el manto de Castilla
y alcancemos el sopor que no hay otros beneficios. Hay que
hablar acá en morse, en entre líneas, en coa. Descifrar el golpeteo
de los muros. Poner oído en tierra. Algo tendrá que respirar,
entregar un vaho, un humedal…
                                                    (Imagen congelada)

EN LA CÄRCEL LA LUZ NEGRA LLEVA DIRECTO A LA MORGUE

* Goethe tenía un caballo llamado Poesía.