Caen cascadas, el niño Arauco

 

Paula Ilabaca

 

Hace tiempo que tuve que salir de estas tierras. Hace mucho tiempo que decidí ir por ahí, hace tiempo que dije: no importa este trance, no importan los ruidos las molestias las tremendas cuestiones que me estremecen. No importa no importa y yo.

Tengo el tiempo contado ahora. Me tocan la puerta. Me tocan la frente. Un beso. Otro ¿Mamá? Sí, hace un rato que llegó ¿Papá? No. Papá está afuera pescando un zapato un río papá espera que no pase cantando papá tiembla y me pide que vuelva. Le digo que no.

Estoy pensando en irme corriendo. Arriba hay un cerro gigante arriba de mi arma mi plaza mi querida amada bandera. Voy pasando lejos. Las líneas eran tres. Voy pasando escucho los pasos de todos esos horrores. Voy pasando y me digo. Está bueno. Voy pasando y me digo. Las líneas son tres. Las líneas dirán vas a vivir. Las líneas son tres. Las líneas dicen vas a vivir.

LA LLEGADA

I

Empiezo a escribir porque siento un ruido hay colisiones notables esta noche, hay brumas nociones de lo que seré. Empiezo con el rostro plácido. Unos y otros van barajando puertas, lo sabía, explotando lo sabía entre la rabia y el alma, así. Estos son garabateos múltiples. Estos son millones de herpes sangrando son volutas de agua que se niegan a caer. Así estoy en silencio. Así es, han pasado cosas. Así es, se dibuja una lima un recorte una luz.

II

Hay cosas que no digo. Hay cosas que no digo a veces, hay cosas que me laten en una vena pequeña hay cosas que me laten en una vena pequeña en la pupila.
Soy de hierro, lo sé. Soy de una contextura redonda y alba. Soy de esas que se pierden por el suelo.

(En esta oscuridad en este espacio reducido micro que he optado por tener a mi nombre hay unos ritmos que no paran que deliran por querer salir.
Estoy sola en este metro cuadrado estoy sola y una arista me apunta con el dedo, ven, una arista y un vértice ven, me dicen que no ceje, que no pare, que no.
Unas marejadas van saliendo de este fruncir de ojos de este fruncir de contorsiones rotundas y la arista me dice ven y la arista que señala una enagua que he dejado en la otra esquina de lo que mi vista percibe).

III

Una señora muy magra ha paseado por el pasillo de lo oscuro. Una señora muy magra toca el timbre y dice sí, dice hola, aquí estoy. Una señora muy magra que lleva un velo sobre la frente y que le llega a las rodillas. Eso he visto en un sueño, pasó por mi espalda y dijo ven, y dijo sí, señalando tres líneas fluorescentes en la noche.

IV

Si era un sueño o no, eso ha pasado, ha dicho sí, tres líneas fluorescentes. Ha dicho hola, aquí estoy. Esto aparece y desaparece suena un timbre, alguien corre una mesa, dice sí, pasa dice sí, queda un poco de comida pasa, dice sí. Estas son las cosas que me pasan a veces. A veces siento un ruido que hace ella al pasar por encima. A veces son millones de ruidos que deja su paso. Sí, hay comida, sírvete. No, no te sirvas, para eso estoy yo. Tres líneas fluorescentes y la comida, sí, se saca el velo. Hay un rostro fiero tras el velo.

(Mi vista percibe algo más allá de ese vértice. Estoy sentada y se ha hecho agua el piso. Diosito, me he meado y por eso hay agua por todos lados, la enagua está mojada, miro mis pies: orina.
Estas son cosas que me pasan cuando escucho un ruido. Llevo las manos a mi pecho, no puedo dormir.
Llevo las manos a mi pecho y siento un vacío al medio, eso es: vacío. Hay un olor: orina. Se moja la enagua, cada vez más. Me he meado).

V

Buscar a esa mujer ha sido difícil. La he buscado por años y la encuentro en un cuarto pequeño, en una esquina. El cuarto está pelado. Ella está insomne, viste una enagua, se ha meado y sus manos están en su pecho. Son nociones, no, son sensaciones. Este es un despelote grande si de tanto buscar encuentro algo así. Es enorme el griterío de ruidos y encuentro esto.

VI

Estoy escribiendo, no puedes tenerlo todo.
Estoy escribiendo, no puedes tenerlo todo, pues se castiga a quien lo hace y vence.
Me voy encerrando en mí misma. Me voy encerrando en un eco, en un himno que aflora desenmascarado. Me voy encerrando hasta que encuentro ese ritmo, ese jadeo preciso que soy yo.

(En el encierro pasa una misma violenta risotada que cubre la noche. En el encierro ha pasado pidiendo comida y le di. En el encierro ha dicho, hola, aquí estoy.
En el encierro me sumo en la triste en la idiota crepitez de la niebla.
En el encierro me sale el lenguaje como un rayo, como un llanto bendito y hermoso que me brilla en la vista, sí, que me oprime el latido, sí, que me hace que salten estas copiosas palabras mías que había perdido).

VII

Estoy a punto de ir a tu casa salir de este encierro y decirte: escribí. Estoy a punto de que reviente el estómago en risas en pataleos fogosos y tenues que consigo en este quehacer. Estoy a punto de que venga el nochero y encuentre salivas encuentre uniformes encuentre uniformes redondeces y a mi amada juventud.

(Estoy pensando en que nada me turba. Estoy pensando en la mujer que dejé encerrada y meada en ese cuarto lleno de aristas. Ella solo veía una. Ella solo veía una y escuchaba, hola, aquí estoy. Estoy pensando en ese velo que le caía hasta las rodillas. Estoy pensando en ese rostro fiero. Estoy pensando que era yo misma la que venía y me hablaba, magra, sin poder comer).

VIII

Esto de darse comida es un lujo. Esto de decir hola, aquí estoy, vencí. Me la da y luego me quita todo. Me lo da y luego me habla, hola, y luego me sirve diciendo sírvete, me lo da y luego me dice: te has meado, no llores, aquí estoy. Sí, hola, te traje una enagua nueva. Sí, soy yo, estaré bien. Estoy escribiendo, además: come. Estoy diciendo: sí, está todo el piso mojado, pero ya me paro, ya me verás por ahí.

IX

Las líneas fluorescentes eran tres. Las líneas decían: vas a vivir.

X

(Las líneas decían: vas a vivir, eso, así con una fuerza cantante lamiendo un murmullo amado. Aquí está, la encontré. Aquí está pasa por encima, come, estruja la enagua, come, está listo, pasa, sírvete. Hola, aquí estoy, he llegado, hola, come, está listo, no mires el piso, lo limpio, no huelas, lo seco luego: vas a vivir).

RITMOS

I

Tantas trompetas suenan en mí. Tantos puentes han surgido tantas oraciones tremendas pestes tersuras de variados tipos de peces. Seguramente viene y se va. Seguramente viene y yo no. Seguramente he buscado tantas formas de plagiarle su gesto. Seguramente me pide cuentas cansadas cuestiones de esas que surgen rebotan regurgitan, es esta. Es esta el agua. Es esta el agua de mi frente, vente.

II

Cascadas
(su voz)
Cascadas caen en este momento de muerte
(su voz)
Están saliendo cerros, montañas.
Están saliendo votos cuestiones de antes. Están saliendo miles de latidos millas de ahogos llorones miles de todo tipo de cosas millas de todo millas de nada millas millas.

(Se va cayendo en este recuento se va moviendo tonto agreste yermo. Colores de antes colores de estos cielos más colores de mucho tiempo atrás. En unas nubes esculpo mi rostro en unas nubes escupo me aguanto todos los miedos los estertores todos los cantos que aúllo en secreto todo lo que adentro muy adentro resuena).

III

Feroces orquestas miles de formas oro trono suspiros tejidos un llanto eterno parido hacia el Este no hacia el Oeste un llanto a goteras que irrumpe en sabores de lagos marinos de grupos de estrellas de corchos de sangre un llanto tremendo que ruge asfixiado chato inclemente un llanto un llanto que todo lo come que engulle reptando.

IV

Salivas gastadas de torpes sucesos salivas que devueltas producen un río. Río hacia adentro río río camino mojado un niño se mea me mira río un niño de noche cuestiones sagradas río río un niño que salta se tira de boca hacia dónde no sé.

(Estoy por encima de todas las cosas encima del aire encima del brote encima de cada una de todas las plantas).

V

Niñito, niñito ¿querías quedarte? Querías moverte salirte caerte. Niñito, niñito ¿qué es lo que tienes? Escuchas que salta que brinca que arranca. Escuchas ruedas pasar por encima escuchas que sale que baja un bosquejo escuchas venirse de nuevo a tu mano escuchas y escuchas que todo rellena escuchas al agua escuchas ayer.

VI

Me voy diluyendo acero manchado
Hierro hierro
Tubos de cobre me voy diluyendo emerjo diluyo me voy por un tubo acero de hoyos.
Me voy diluyendo tintes manchadas me voy diluyendo tintes no tiñan me voy diluyendo manchones de sacos cuescos tensados.
Niñito, niñito me voy diluyendo permiso, niñito, un cobre, un hierro, acero puro, niñito niñito.